Libro de armoria

Heraldica de la corona de Aragón

Heraldica del apellido ANGLESOLA, BERENGUER

Significado del apellido ANGLESOLA, BERENGUER

Catalán. De oro, cuatro fajas vibradas de sable. “Estas armas se ven en el sepulcro del card. de Anglesola que murio en 1408 y está enterrado en el presbiterio de la catedral de Gerona, y solo tiene tres fajas vibradas de sable. Estas armas se ven sobre la puerta del castillo de Bascara del q. es señor el ob º de Gerona.” [Ms B-87] [P. MR. RIGALT, MS].
Catalán. De sable, tres fajas vibradas de oro. Escudete del sepulcro del obispo Berenguer de Anglesola, catedral de Girona. Color y metal indicados por el relieve. [LL. DOMÉNECH I M., MS]. s. XV[*]. (Ver foto cedida por Fco. Lerena Aracil)

Parte del sepulcro en el que puede apreciarse el busto esculpido en alabastro del cardenal Berenguer de Anglesola. Catedral de Girona. S. XV

Detalle del escudete con las armas labradas en la parte inferior derecha del cardenal Berenguer de Anglesola en su sepulcro de la catedral de Girona. S. XV

Vista parcial derecha del sepulcro del cardenal Berenguer de Anglesola. S. XV


[*] El Cardenal Berenguer de Anglesola fue obispo de la catedral de Girona en los años de 1384 al 1408 muy ligado también a la curia de Avignon (Francia). En la actual capilla de Sant Dalmau Moner de la Seo de Girona se encuentra el sepulcro de este cardenal un bello ejemplo de escultura funeraria de principios del siglo XV. En recientes investigaciones se sabe la fecha exacta de la muerte del Cardenal, sucedida el 23 de agosto de 1408 en la ciudad de Perpignan (Francia). Esta bellísima obra es atribuida al escultor catalán Pere Oller, ciudadano de Barcelona que en aquellos años residia en la ciudad de Girona y tenía la doble ciudadanía, es decir, la barcelonesa y la gerundense. El contrato de la obra confirma que su realización se llevó a cabo poco después de la muerte del cardenal, entre el mes de agosto de 1409 y la Pascua de 1410, el sepulcro fue acabado en noviembre del año 1411, que es cuando se realiza también la traslación del cuerpo del cardenal, con una ceremonia de gran fastuosidad en aquella época. El precio de este sepulcro se considera bastante elevado costó unos 315 florines, teniendo en cuenta que el escultor Pere Oller no era un artista consagrado sino que estaba en sus comienzos como imaginero independiente. El contrato también detalla con bastante precisión la estructura proyectada del monumento, siguiendo un esquema estilístico dibujado de la propia mano del escultor, siendo modificado en algunos pequeños detalles por los albaceas testamentarios del cardenal, sin embargo algunas disposiciones documentales no se cumplieron, por razones que se ignoran. La primera hace referencia a la textura y calidad de la piedra que debía de ser negra y que había de servir de tapa al sepulcro, siendo substituida finalmente por alabastro. La segunda a la ausencia de ninguna inscripción grabada en el sepulcro que debía rodear la imagen yacente. Se supone que esta falta fue sustituida por letras simplemente pintadas que en la actualidad de no se aprecian.