Glosario heráldico Brisura

Escudo heraldico Brisura

heraldica Brisura

Brisura

1. En la Heráldica Española no tuvo mucha relevancia, puesto que las armas plenas se transmitieron sin complicaciones y de forma general adoptando otras soluciones, sin embargo, sí hubo algunas casas en especial en las familias reales, entre ellas las de Castilla y Aragón que adoptaron la brisura. Por la brisura se distingue el grado de los descendientes de una casa o familia. Por ellas se viene a conocer si se trata de primero, segundo, tercero, cuarto o quinto, pues el primogénito siempre debe usar de las mismas armas que su padre, sin diferencia alguna, circunstancia que no concurre en los de demás hijos, por la obligación que les precisa de adicionarlas de alguna pieza que el blasón llama brisura. Algunos autores, señalan para el hijo segundo el lambel de tres pendientes, para el tercero, la bordura; para el cuarto, la orla; para el quinto el bastón; y para el sexto la cotiza, para más hijos se procedía a usar la fantasía más que los preceptos y reglamentos establecidos. Posteriormente para los hijos de éstos, ponían más sobre las brisuras o brisuras dobles, por ejemplo, si el hijo segundo usaba el lambel de pendientes, el hijo de éste debe traer de cuatro pendientes, el tercero de cinco, el cuarto de seis, etcétera, cargándolo de aquella figura que le pareciese. Para el hijo segundo del que tenía bordura, señalan sea anglesada; al tercero, cargada de bezantes o roeles; el cuarto componada, etc., y así los demás, de suerte que refieren la graduación de cada hijo. En España el año 1668, el 18 de julio, reinando Carlos III, con privilegio de éste se señaló, aunque radicalmente, alguna diferencia en los hijos y nietos del primero que obtuvo armas de esta forma. El primogénito usara las mismas armas que su padre, el hijo segundo un lambel de tres pendientes; el tercero, un creciente, el cuarto, una estrella de cinco rayos; el quinto, una mirleta; al sexto, un anillo y al séptimo, una flor de lis. Y en estas seis brisuras, cargándolas simultáneamente compone otras dobles para los hijos de éstos. Y así al segundo, que tomó el lambel, le señala la luneta o creciente, cargada del lambel; al tercero, la estrella; al cuarto la mirleta; al quinto, el anillo; y al sexto, la flor de lis; todas sobrecargadas del lambel. Para el hijo segunndo del que tuvo el creciente or brisura expresa le traida cargado de otro más pequeño, y del mismo modo dice del tercero ponga la estrella; el cuarto, la mirleta; el quinto, el anillo; y el sexto la flor de lis. Al hijo segundo del que brisó con la estrella manda ponga el creciente sobrebrisado de la estrella, lo que observaran el tercero, con la estrella; el cuarto, con la mirleta; el quinto con el anillo y el sexto con la flor de lis. Para el hijo segundo del que empezó a usar la mirleta sobrebrisura, como todos los demás con ella, este al creciente; el tercero, la estrella, el cuarto la mirleta; el quinto, el anillo y el sexto la flor de lis. Para el hijo segundo del que usó el anillo, refiere use del creciente cargado del anillo, y así, con esta misma sobrebrisura, el tercero, con estrella, el cuarto la mileta; el quinto, el anillo y el sexto la flor de lis. Y finalmente para el hijo segundo, del que brisó con la flor de lis, señala el creciente, cargado de la flor de lis y con ella cargarán el tercero, la estrella; el cuarto la mirleta; el quinto el anillo y el sexto la flor de lis. Teniendo en cuenta que alguna familia puede sobrepasar el número de hijos aquí propuestos. Se propone el mudado de los esmaltes del campo que puede servir para los demás. Las brisuras se deben colocar en un franco cuartel, al cantón diestro del escudo (en el siniestro denota bastardía), teniendo presente que si el campo del escudo es de oro o de plata, el hijo segundo pondrá el cuartel de gules; el tercero, de azur, el cuarto de sinople; el quinto, de púpura; el sexto, de sable; el séptimo, de contraarmiños, y la brisura del color que fuese el campo principal del escudo. Pero siendo de color el campo del escudo, el hijo segundo habrá de poner de oro su franco cuartel, y el tercero de plata, con la brisura de gules; el cuarto de oro, y el 5.º, de plata, brisados de azur; el sexto de oro y el séptimo de plata, con la brisura de sinople; y las hijas, a excepción de cuando heredan la casa, brisarán sus escudos, tanto si son de metal como de color, poniendo el franco cuartel de armiños y la figura de oro, simbolizando en ambos esmaltes lo limpio y puro de su honor. Los herederos o sucesores ascenderán a la preferencia del uso de brisura en el orden establecido, de este modo: por muerte del primogénito, sin sucesión, entrará el segundo dejando su brisura, a tomar la del primero; el tercero, a tomar la del segundo y así de los demás, lo que se entenderá respectivamente en cualquiera de las cinco generaciones propuestas en el árbol familiar, optando por sus grados a la mejoría de las brisuras; bien entendido que los varones de inferior brisura, según la graduación de ellas, se antepondrán con preferencia a las hijas únicas y herederas que tuviesen por delante, excepto en el caso que los mayorazgos pidan por cláusula, el apellido, puede otra forma, espirando en éstas, y continuándose en aquéllos la familia, parece se les debe justicia, además que el escudo de armas es distintivo propio del varón. Téngase en cuenta que además de las brisuras citadas, las piezas que se usan son a elegir y hay gran variedad de ellas. Pero no pueden usarse como tales las piezas que entran en la composición del blasón real. Así, en Francia, no se puede brisar un escudo con flores de lis; en España, con castillos y leones; en Alemania, con águilas en Inglaterra, con leopardos, etc. La primera ley de la heráldica, dice: Nunca debe ponerse en los escudos metal sobre metal, ni color sobre color, pero en las brisuras hay tolerancia y muchas veces puede verse color y metal sobre metal.

Brisura

Escudo con una cotiza como brisura en el enterramiento del caballero Frances Bertran Duguesclin. Años 1320-1380 en la Abadia de Saint Dennis. Grancia.